Un viejo almacén que formaba parte de las instalaciones abandonadas del pozo de San Juan, una vez rehabilitado, se ha convertido en un espacio expositivo sobre el oficio y la vida del minero gracias a una rica colección de fotografías, planos, herramientas y maquetas que nos ayudan a comprender mejor el duro y desconocido oficio del minero.
En él se recrean espacios de la vida cotidiana de los mineros, tanto dentro como fuera de la mina: la lampistería, el vestuario, la sala de topografía, la enfermería, el economato o la escuela.
El discurso expositivo se completa con una serie de paneles informativos sobre todas las minas de la comarca y una exposición sobre el ferrocarril minero Andorra-Escatrón.
Una reproducción de una galería minera que hace las veces de sala de audiovisuales completa esta sección del museo.