Desde los inicios del museo ha sido fundamental la colaboración de los “voluntarios del pozo de San Juan”, un grupo de mineros prejubilados que han estado trabajando por la buena marcha del museo incluso antes de que fuera visitable y siguen a día de hoy siendo una parte fundamental del devenir diario del museo.
Este grupo de mineros es el que ha formado a las guías del museo en los aspectos más técnicos de las visitas. Ellos son los que han rescatado y recuperado buena parte de las máquinas y objetos que se muestran en el museo, y los que por supuesto han asesorado respecto a los contenidos del mismo. A día de hoy siguen trabajando por el desarrollo del museo, ayudando en el mantenimiento de las máquinas y herramientas, en la recuperación de nuevos elementos, en la organización de eventos y actividades culturales, etc.
Incluso en algunos momentos acompañan a las visitas enriqueciéndolas con sus relatos en primera persona.